Mrs Medina y unos detalles

Ha llamado muchísimo la atención la cantidad de rating que ha generado Magaly Medina tras su retorno a la pantalla chica hace unas semanas. Las reacciones han sido, como siempre, diversas: unos la apoyan, otros la insultan y, como siempre, a muchos el tema les interesa un rábano. Sin embargo, veo dos puntos a considerar, que paso a explicar ahora que las aguas se han calmado (Magaly está en los yunaites, la prensa no dice nada, etc).

1. Un abstract, por favor. Creo que el tema debería de ser materia de interés general; no el caso en su particulariedad, sino en su generalidad. Es decir, fijémonos no en un Medina vs. Guerrero sino en el contexto de una difamación pública. Yo sí estoy de acuerdo con la pena de cárcel que se le dio; y también reconozco que, por la naturaleza de su objeto, no hayan leyes ad hoc para este tipo de casos. Es decir: hoy es Guerrero difamado via TV; mañana puedes ser tú via Facebook o tu padre el empresario via radio o comunicados de prensa, no sé. El caso Magaly es bastante sonado por los elementos que lo componen (Televisión nacional, futbolista conocido, la siempre Magaly al aire desde, erm, 1998?) pero pueden darse casos parecidos y más cotidianos que hagan más cercana la cosa. Quién no ha vivido una difamación? Anda a provincia si no conoces a nadie. Y ahora que el Perú comienza a respirar más medios de comunicación? Parece un poco off-topic, pero cerca a Navidad, Michael Arrington de TechCrunch twitteó que ya sueña con un webapp que se encargue de limpiar tu reputación en las redes sociales que frecuentas.

2. How do you say, darling? Bien sabido es que nuestro país está jaladazo en niveles de educación; sin embargo, en los resultados del rating publicado por todos los medios peruanos (que, dicho sea de paso, ninguno ha colocado la empresa encargada del servicio de rating; INDESI? FONAPA? INRENA?) menciona que el sector A/B fue quien más sintonizó a Magaly. De esas personas solo me queda pensar que esa noche se les cruzó por el cerebro tres tipos de discurrir. (Yo hubiese optado por la “a” - mi mamá también)

a. “Nunca veo a Magaly, pero como recién ha salido de la cárcel e iba a hablar Nakasaki, todo, tenía que verla a ver qué decía”.
b. “La veo siempre”.
c. “Ay, no entiendo la pregunta”

Si siempre fuese el sector A/B quien lidera la cresta del rating de Magaly, entonces el problema no es de bajos niveles de educación, sino de bajos niveles de recepción… y no recepción de lo oído en el colegio o universidad, sino de la vida misma, la experiencia ordinaria, el “no hagas a otro lo que tu no quieres”. Párense derechos: qué nos importa ver a los futbolistas con las vedettes? Bacán que nos enteremos que nuestra selección mete las cuatro frecuentemente, pero hay formas, señores.

3. Ese artefacto huele raro. Alguien sabe cómo se obtienen las cifras de rating? (practica tu inglés aquí). Según recuerdo, instalan unos aparatitos en las teles; y éstos deben de ser prendidos. “Hijito, prende el reiting que ya son las siete”. Alguien conoce o ha visto estos artefactos? Cuántos hay en el Perú? Sólo en Lima? Por qué nadie diablos publica el nombre de la empresa?! De todos modos, me huele que el margen de error debe de ser bastante alto. No niego que Magaly haya sido la reina de la caja boba peruana esa noche; sin embargo, la distribuición de esos aparatos en nuestra variada Lima da mucho que hablar.

Y en Perú21 la llamaron “pelirroja periodista“.

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